El patrimonio espeleológico de las Illes Balears posee un notable valor medio-ambiental y merece una adecuada protección.
La Importancia científico-cultural, los yacimientos paleontológicos, la fauna cavernícola, los acuíferos subterráneos y la infinidad de peculiaridades de interés geológico con gran cantidad, variedad e importancia de espeleotemas hacen de este patrimonio geológico balear de los más importantes a nivel mundial.
Las cavidades de las Baleares sufren el impacto de visitas no reguladas que pueden provocar problemas locales de contaminación por vertido de residuos, molestias a la fauna y deterioro de las formaciones kársticas. La contaminación de los acuíferos es una amenaza potencial para la fauna troglobia acuática.
Los ecosistemas subterráneos son muy frágiles y vulnerables; por ello, cualquier degradación, intervención o actuación inadecuada provoca efectos irreversibles.
Proteger una cueva supone conocer y apreciar sus valores; y es nuestro deber preservar estos valores para las generaciones futuras.
La existencia de un cierre en una cavidad no es una agresión contra el colectivo espeleológico. Si la cueva tiene una puerta, será porque existen motivos más que suficientes para ello (protección de fauna, patrimonio paleontológico-arqueológico, fragilidad de la cavidad...). Por ello, deberemos respetarlo e informarnos de los mecanismos legales para la visita a esa cavidad.